Aunque es verdad que muchas veces somos conscientes de los factores que influyen en nuestra atención, existen oportunidades en las que no tenemos nada de consciencia de ellos. Por ejemplo, la presencia de distractores o los trastornos de atención. Deja que te explique cuales son todos los factores que pueden influir en tu atención, tanto de manera positiva como negativa.
Factores que afectan nuestra atención
Existen muchos factores que determinan a que objeto le prestarás atención y todos se pueden explicar desde la psicología. Los científicos de las distintas escuelas psicológicas llevan mucho tiempo investigando sobre este tema y han llegado a muchas conclusiones que te sorprenderán. Acompáñame a descubrir porque nos es tan fácil mantener la atención en algunas cosas y en otras nos cuesta tanto.
1. Intereses y expectativas
La motivación juega un papel importante en la atención voluntaria. Si un estímulo te genera interés, estarás más motivado y podrás sostener mejor la atención en él. En pocas palabras, si los estímulos a los que estás prestando atención están relacionados con tus intereses personales, tu atención aumentará, y podrás percibir esos estímulos antes y mejor que cualquier otro.
Además de los intereses, es importante tener expectativas. Si tenemos expectativas sobre la información que vamos a recibir o sobre la tarea que vamos a realizar podemos mantener mejor nuestra atención en ello. Si por el contrario, las expectativas son muy bajas, lo más probable es que tu atención se disperse en muy poco tiempo.
Por ejemplo: si te digo que aprendas para mañana el capítulo 1 del libro «el principito» y a cambio te regalaré un abrazo. Tendrás una muy baja expectativa y motivación del premio que te ofrecí y, posiblemente, no podrás mantener tu atención en el libro al momento de estudiarlo. Pero si cambio el regalo y en lugar de un abrazo te ofrezco un celular último modelo, muy posiblemente tu nivel de atención aumente a niveles muy elevados, gracias a la expectativa que tienes del premio.
Esto que acabo de nombrarte se lo conoce con el nombre de set mental o set atencional. Es generalmente positivo, aunque si el premio previsto no cumple con la expectativa generada, los efectos suelen ser negativos.
2. La distracción y los distractores
Para guardar información en la memoria tendremos que mantener nuestra atención durante un periodo prolongado de tiempo sobre el estímulo que queramos recordar. Si esto no sucede es porque nos distrajimos, es decir, porque perdimos el foco. Todo lo que nos aleje de la atención sostenida en una tarea se lo denomina distractor.
Existen dos tipos de distractores:
- Distractores externos: Son aquellos estímulos del medio ambiente que al ser captados nos apartan del foco atencional. Pueden ser estímulos visuales, térmicos, gustativos, cenestésicos, olfativos, táctiles, sociales, etc.
- Distractores internos: Son aquellos estímulos que tienen su origen en nuestra mente, está constituidos por nuestros pensamientos, sentimientos, recuerdos, sensaciones, emociones, etc.
Uno de los elementos a tener en cuenta es el nivel de autoexigencia. Si es muy bajo facilita el aburrimiento y la distracción, pero si es muy alto genera gran ansiedad, dificultando de este modo el sostenimiento atencional. Lo eficaz sería la regulación asertiva de un nivel adecuado de la autoexigencia que genere interés, permita poder fluir con el tema atendido y no produzca frustración anticipada
3. Estados transitorios de la atención
Los estados transitorios de la atención son estados que influyen en la actividad mental y en la conducta. Se los puede dividir en 4:
- Fatiga: Disminuye la energía física o mental de las personas dificultando la atención y concentración.
- Estrés: Aumenta los niveles de activación y puede ser positivo si no supera el punto óptimo. Pero si lo supera, estrechará nuestra visión y la atención se centrará en los estresores. Esto se lo denomina «visión en túnel».
- Efecto de drogas o psicofármacos: Cada uno de ellos afecta a la atención de forma distinta, aunque se ha demostrado que los que más la afectan son los tranquilizantes y estimulantes.
- Sueño: El sueño disminuye el foco atencional y aumenta la posibilidad de caer en distractores.
4. Factores externos
También se los conoce como factores exógenos o extrínsecos. Son los estímulos del ambiente y poseen diversas características que se pueden cuantificar y cualificar:
- Tamaño: Le prestaremos mayor atención a un objeto que posea un mayor tamaño.
- Posición: La posición en la que está ubicada el objeto importa. La mitad superior izquierda es la que más capta nuestra atención.
- Color: Los colores vivos suelen captar más nuestra atención que las tonalidades de blanco o negro.
- Intensidad del estímulo: Nuestra atención se ve condicionada por los estímulos de mayor intensidad.
- Movimiento: Los objetos que se mueven captan más nuestra atención.
- Complejidad del estímulo: A mayor complejidad mayor atención.
- Relevancia del estímulo: Nuestra atención suele direccionarse hacia los estímulos que provocan cambios importantes.
- Novedad del estímulo: La aparición repentina capta nuestra atención.
Estás características no son definitivas, dependen de la interacción del sujeto, de su experiencia previa y de los juicios subjetivos que realiza sobre los objetos. Por ejemplo, un cartel blanco y negro puede llamar más la atención si está ubicado entre otros coloreados o si su tamaño o disposición son diferentes al del resto. Por eso debes tener en cuenta las características comparativas de los estímulos.
5. Factores internos
El factor interno que más influye en la atención es el nivel de activación fisiológica, también conocido como «arousal». El arousal es el nivel de recepción y de respuesta que el sistema nervioso posee en un determinado momento frente a los estímulos del ambiente.
En palabras simples, existe algo dentro de nuestros cerebros que se llama sistema de activación reticular (SAR). Este se encarga de regular el nivel general de atención que disponemos frente a los estímulos del ambiente. Pero para que se active el SAR se requiere de un nivel de activación cerebral, este es el nivel al que denominamos arousal.
Según estudios realizados existe un punto óptimo, diferente para cada persona, en el que la activación del arousal favorece la atención, pero si sobrepasamos ese punto la ejecución de la tarea decae. Cuando la activación es muy intensa se puede caer más fácil en la distracción y se puede vivenciar con mayor facilidad situaciones de ansiedad y estrés.
Pero cuando el arousal no llega a esos puntos elevados de activación favorecerá la atención. Esto lo hace de distintas maneras:
- Elevando nuestro nivel atencional para que nos concentremos mejor.
- Nos brinda la capacidad de dar respuestas a mucha información y realizar tareas que exigen diversas habilidades.
- Nos permite mantenernos atentos a uno o varios estímulos durante un largo período de tiempo.
Referencias
Carboni, A. & Barg, G. (2016). Atención. En A. Vásquez Echeverría (Ed.) Manual de Introducción a la Psicología Cognitiva (pp. 89-116). Montevideo: UdelaR.
García Sevilla, J. (1997). Psicología de la atención. Definición y concepto. Cap. I y VII. Editorial Síntesis S.A. Madrid. España
Kertész, R. (2020) Cap.V. IVº Paso Básico: concentración. De “no me concentro” a “me concentro”. El placer de aprender. Editorial Ippem