La atención es un mecanismo que pone en marcha procesos que nos permiten ser receptivos a lo que sucede a nuestro alrededor. También es una habilidad que se puede entrenar y mejorar.
Es un tema muy estudiado en la psicología, al punto que existen diversos estudios presentados por las distintas corrientes psicológicas que clasifican de diferentes maneras los tipos de atención. Tan diferentes son estas clasificaciones que se llegó a dividir la atención en más de 15 tipos.
Para tu comodidad me tomé el trabajo de separar todas las clasificaciones teniendo en cuenta el criterio con el cual fue clasificado. Esto con el objetivo de que te sea mucho más ameno comprender que es lo que está proponiendo cada una.
Tipos de atención
Los investigadores han clasificado la atención de diversas maneras, es que al haber tantas escuelas psicológicas, cada una realiza sus investigaciones basándose en sus propios principios. En total he preparado esta entrada con los 18 principales tipos de atención que a día de hoy se están enseñando en las universidades. Ven y acompáñame a descubrir cuales son.
1. Clasificación por: Mecanismos implicados
La atención se clasifica dependiendo de los mecanismos que accionan cuando el sujeto recibe mucha información de distintos lugares. Si solo responde a una parte de la información estará utilizando una atención selectiva pero en el caso de que atienda a todos a la vez utilizará la atención dividida.
1.1 Atención Selectiva
La atención selectiva es el tipo de atención que aparece cuando el sujeto recibe una gran cantidad de información y que por su complejidad solo responde y focaliza a una parte de esa información, ignorando el resto. Por ejemplo, cuando lees un libro y en el ambiente tienes música relajante y olor a jazmín. Si enfocas todos tus mecanismos atencionales hacia la lectura del libro ignorando el olor y la música, entonces estás utilizando la atención selectiva.
1.2 Atención Dividida
La atención dividida es el tipo de atención que se da cuando el sujeto, ante la misma cantidad de información que teníamos anteriormente, puede dividir sus recursos atencionales para suplir las demandas del ambiente. Por ejemplo, cuando cocinas y hablas con tu amigo. En esa situación puedes prestar atención a ambos estímulos sin dificultades.
2. Clasificación por: Objetos a los que va dirigida la atención
Esta clasificación divide la atención en base a los objetos a los que el sujeto dirige su atención. Si el sujeto dirige su atención hacia su interior, hacia sus pensamientos y sensaciones, entonces hablaremos de atención interna. Por el contrario, si dirige sus recursos atencionales hacia el exterior, hablaremos de atención externa.
2.1 Atención Interna
Este es el tipo de atención que utilizamos cuando observamos todo lo que sucede dentro de nuestra conciencia. Por ejemplo, nuestros conocimientos, recuerdos, emociones, pensamientos, imágenes internas, etc.
2.2 Atención Externa
Este tipo de atención se caracteriza por orientarse a los objetos del mundo exterior. Por ejemplo, un libro, un teléfono móvil, el sonido de la bocina de un camión, el sabor de una fruta, el olor de una flor etc.
3. Clasificación por: Modalidad sensorial implicada
Esta clasificación para dividir la atención toma en cuenta la modalidad sensorial que se encarga de recibir la información del estímulo. Es decir, tiene en consideración el sentido que recibe la información a la que se presta atención. Los dos tipos de atención son la atención visual y la atención auditiva.
3.1 Atención Visual
Se la denomina atención visual porque recibe la información por medio del sentido de la vista. Por ejemplo, estás utilizando la atención visual en este momento para prestar atención a lo que explico en este texto.
3.2 Atención Auditiva
La atención auditiva es la que recibe la información de las distintas ondas sonoras. Por ejemplo, cuando escuchas música con auriculares y cierras los ojos para que lo que hay a tu alrededor no te distraiga. Aunque también puede ser un sonido fuerte que hace girar tu atención directamente hacia la zona donde escuchaste el golpe.
4. Clasificación por: Amplitud o intensidad con la que se atiende
Esta clasificación se parece mucho a la clasificación por mecanismos implicados. Este tipo de atención tiene en consideración la amplitud y la intensidad con la que centramos nuestra atención. Puede ser por lo tanto una atención global, cuando enfocamos nuestra atención en todos los elementos que componen una cierta información, o una atención selectiva, cuando direccionamos la intensidad de nuestro enfoque a un solo elemento del estímulo.
4.1 Atención Global
Se caracteriza por la amplitud al momento de enfocar la atención. Ocurre cuando tenemos en cuenta todos los elementos que componen una información o tarea. Por ejemplo, cuando estamos escribiendo un texto en un documento y prestamos atención a lo que escribimos, las sangrías, los espacios, las tildes, las comas, los puntos, etc.
4.2 Atención Selectiva
La atención selectiva se caracteriza por la intensidad al momento de enfocar la atención, ya que solamente se centra en el análisis de los detalles. Siguiendo con el ejemplo anterior, con la atención selectiva solo te concentraras en escribir el texto, eliminando todos los otros detalles globales, para que al finalizar de escribir puedas enfocarte en cada uno de ellos por separado.
5. Clasificación por: Amplitud y control que se ejerce
Esta clasificación divide la atención dependiendo del control que tenga el sujeto sobre los distractores. Si puede concentrarse a pesar de ellos, hablaremos de un tipo de atención concentrada. En el caso de que no pueda discernirse, hablaremos entonces de un tipo de atención dispersa.
5.1 Atención Concentrada
La atención concentrada es el tipo de atención que toma lugar cuando colocamos y mantenemos el foco de atención más allá de los distractores.
5.2 Atención Dispersa
La atención dispersa entra en acción cuando no podemos sostener el foco atencional y nos distraemos.
6. Clasificación por: Manifestaciones de los procesos atencionales
Los tipos de atención en esta clasificación se dividen teniendo en cuenta las manifestaciones de la atención que estén ocurriendo en ese momento. Cuando las manifestaciones son externas, es decir, que podemos percibir en otro sujeto, entonces la atención es abierta. Por el contrario, si no podemos observar de manera directa las manifestaciones de la atención entonces la atención es encubierta.
6.1 Atención Abierta
La atención abierta es la que ocurre cuando las manifestaciones atencionales del sujeto son externas y directamente observables. Ejemplos de este tipo de atención son la actividad motora y la experiencia subjetiva.
6.2 Atención Encubierta
La atención encubierta es la que ocurre cuando las manifestaciones atencionales del sujeto son internas y no observables de manera directa. Ejemplos de este tipo de atención son la actividad fisiológica y la actividad cognitiva.
7. Clasificación por: Grado de control voluntario
Esta clasificación divide los tipos de atención dependiendo del nivel de voluntad que tenga el sujeto de centrarse en un objetivo. Si el sujeto de manera voluntaria dirige su atención hacia un objetivo hablaremos de atención voluntaria. Por el contrario, si la voluntad no entra en juego y la atención se da por mecanismos reflejos, hablaremos entonces de atención involuntaria.
7.1 Atención Voluntaria
Comúnmente este tipo de atención se relaciona con el control atencional. La atención voluntaria es el tipo de atención que se manifiesta cuando el sujeto de manera voluntaria puede dar dirección para que la atención apunte hacia un objetivo. Por ejemplo, ahora estás leyendo esta web de manera voluntaria y estás manteniendo la atención porque eres tú el que quiere hacerlo.
7.2 Atención Involuntaria
La atención involuntaria es esa en la que no media la voluntad. Por ejemplo, cuando escuchas un ruido fuerte y te giras inmediatamente para ver que es lo que produjo el golpe o cuando alguien pasa corriendo cerca tuyo y tu atención se desvía hacia allí involuntariamente.
8. Clasificación por: Grado de procesamiento de la información no atendida
Esta clasificación divide los tipos de atención tomando en cuenta el nivel de conciencia que tiene el sujeto de que está prestando atención. Cuando se tiene conciencia de esto hablaremos de una atención consciente, pero en el caso de que no exista conciencia, hablaremos de una atención inconsciente.
8.1 Atención Consciente
Este tipo de atención se manifiesta cuando tenemos registro de estar prestando atención. Por ejemplo, cuando usas un destornillador para ajustar el primer o segundo clavo de una máquina.
8.2 Atención Inconsciente
Hablamos de una atención inconsciente cuando tenemos una ausencia del registro consciente. Solemos llegar a este nivel cuando realizamos tareas habituales y repetitivas. Es el famoso «modo automático» que poseemos los seres humanos.
Retomando el ejemplo anterior, si ya has atornillado 10 clavos, posiblemente ya lo estés haciendo de manera automática y sin prestar atención a los clavos que estás ajustando.
9. Clasificación de Carboni & Barg
Está última clasificación fue propuesta por Carboni & Barg en el año 2016. Divide la atención en dos tipos: la atención endógena y la exógena.
9.1 Atención Endógena
Es la que permite controlar de manera voluntaria la información que recibimos del medio ambiente. Es un proceso controlado, voluntario y dirigido hacia metas. Está relacionado con la capacidad de focalizar la atención para captar aquellos elementos del entorno que son relevantes para la tarea que se está desarrollando.
Por ejemplo, cuando quieres ponerte a estudiar, en ese momento solo captas los estímulos que tengan relación con el material que necesitas aprender, porque si no lo haces te distraes. Es por eso que este es un proceso permanente y que debes sostener.
9.2 Atención Exógena
Es el proceso automático de orientar nuestra atención hacia el lugar donde se ha producido una estimulación repentina, como por ejemplo, un ruido fuerte. Es un proceso automático, reflejo y guiado por estímulos. Responde de manera rápida a estímulos novedosos o relevantes para nuestro organismo permitiendo la supervivencia.
Por ejemplo, imagina que estas por cruzar la calle con el semáforo en verde y escuchas la bocina de un automóvil que viene a alta velocidad, al escucharla tu cuerpo automáticamente va a dirigir la atención hacia el sonido y por consiguiente, hacia el vehículo, paralizandote para evitar que te suceda algo. Este proceso no dura mucho tiempo, por eso es considerado un proceso transitorio.
Referencias
Carboni, A. & Barg, G. (2016). Atención. En A. Vásquez Echeverría (Ed.) Manual de Introducción a la Psicología Cognitiva (pp. 89-116). Montevideo: UdelaR.
Hola! Soy Marcos, soy de Argentina y estudiante avanzado de la carrera de psicología en la Universidad de Flores (UFLO).